Educar niños con resiliencia emocional, seguros de sí mismos y capaces de crear vínculos está en nosotros. Conscious Discipline es una gran herramienta que se enfoca en la autorregulación, la conexión, así como las respuestas intencionales que nos ayudan a guiar a los alumnos hacia un buen comportamiento y un desarrollo socioemocional.
Modelar la autorregulación
Los niños aprenden más de lo que hacemos que de lo que decimos. Si reaccionamos con frustración y enojo, ellos absorben esa energía; sin embargo, cuando guardamos la calma y nos mantenemos centrados, se sienten seguros, y es más probable que nos escuchen y cooperen. Al elegir autorregularnos, les enseñamos a navegar sus emociones.
Vínculos antes que castigos
Cuando los niños se sienten escuchados y valorados, es más probable que sigan instrucciones. Gestos simples como mirarlos a los ojos, usar un tono amable y reconocer sus emociones puede fortalecer el vínculo que tienes con tus hijos.
Límites claros pero compasivos
Poner límites claros que a la vez sean compasivos enseña a los niños responsabilidad, inteligencia emocional y habilidades de resolución de problemas. En vez de decir “deja de gritar,” intenta mejor “sé que estás molesto; por qué no respiramos hondo y me dices qué pasa”.
Fomentar mindfulness y la consciencia de uno mismo
Enseñar a los niños a reconocer y manejar sus emociones los ayuda a desarrollar resiliencia. Las técnicas de mindfulness como respirar hondo, moverse y jugar de forma creativa integran la lógica con la emoción, lo cual promueve la consciencia de sí mismos y la empatía.
Guiar con amabilidad y apoyo
Cuando modelamos amabilidad, paciencia y autoaceptación, creamos un entorno enriquecedor donde los niños se sienten seguros. Cuando pasamos de juzgar a apoyar, los empoderamos a desarrollar confianza en sí mismos, responsabilidad y una autoestima fuerte.
Ivette Alkón
Docente de Primaria








